A contracorriente de la frenética agitación del Monte, mientras la “maravilla” celebra sus 1000 años y la afluencia de visitantes bate todos los récords, el recorrido-espectáculo que hemos diseñado y puesto en escena ofrece un tiempo suspendido en nuestro mundo apurado e impaciente.
La tecnología, oculta en estos espacios estrechos, acompaña a los visitantes en una elevación física, espiritual y emocional hasta la cima de la Abadía, donde el coro de la iglesia abacial se transforma y nos invita a una introspección atemporal sobre los valores universales.
Producción
Amaclio Productions
Creación original
Martin Arnaud
Producción artística
Les Petits Français
Artistas
Claudio Cavallari, Diseñador y creador de imágenes
Pierre Caillot, Compositor
Pascal Lengagne, Compositor
Philippe Villar, Compositor
Jérôme Deschamps, Diseñador de iluminación
Prestación técnica
Novelty France
ETC Audiovisuel
Atria Création
Centre des Monuments Nationaux
Institución Pública Nacional del Mont-Saint-Michel
Producción
Amaclio Productions
Creación original
Martin Arnaud
Producción artística
Les Petits Français
Artistas
Claudio Cavallari, Diseñador y creador de imágenes
Pierre Caillot, Compositor
Pascal Lengagne, Compositor
Philippe Villar, Compositor
Jérôme Deschamps, Diseñador de iluminación
Prestación técnica
Novelty France
ETC Audiovisuel
Atria Création
Centre des Monuments Nationaux
Institución Pública Nacional del Mont-Saint-Michel
Para esta segunda edición de nuestra colaboración con Amaclio Productions en el Mont-Saint-Michel, y tras haber ofrecido al público una incursión a la vida de los monjes en el corazón del monasterio durante la visita de 2022, decidimos poner a prueba al público siguiendo un proceso creativo de elevación.
Una elevación física y espiritual en 10 capítulos a través de un paseo libre para descubrir la Abadía de forma introspectiva gracias a la luz que magnifica el edificio, el sonido que obliga a permanecer en silencio y la proyección que metamorfosea el lugar.
A pesar de una entrega limitada del material por tener la via aérea como única opción, la estrechez del lugar que no debe de estar abarrotado, el tiempo de trabajo restringido por el uso diurno y la vida monástica, supimos poner, una vez más, la tecnología al servicio del contenido y de la emoción.
En 2 meses de funcionamiento estival, más de 47.000 espectadores se elevaron, llevados por un ritmo emocional íntimo en forma de crescendo, para nuestro deleite en el corazón de la iglesia abacial.
